Por: Pedro Xavier Orellana A.
La vocación entendida como el “llamado a” es la respuesta a una pregunta que algunas personas se hacen en un punto especifico de su vida. A dónde quieren llegar, hacia donde encaminar su vida, que objetivos alcanzar. En esta edad en el los jóvenes generalmente indagan sobre varias carreras, para decidir que hacer con sus vidas. Muchos son los que se dejan llevar por condiciones comerciales o ideas impuestas por su familia y olvidan su vocación. Medicina, arquitectura, ingeniería, son algunas de las carreras más solicitadas, puede ser por tradición, por la remuneración económica que se supone recibes, por el estatus o solo por herencia familiar.
Entre varias opciones se presenta la carrera de periodismo, ¿será esta una más de las opciones?. Esta es una profesión distinta, si bien varios podrían dedicarse a esto pero no todos pueden vivirlo como se requiere. En algún punto de la historia se suponía que las profesiones serían para especializar a personas para brindar un servicio a la sociedad. Cada quien desde su propia experiencia.
La palabra clave es “Servicio” esta hace referencia a un trabajo no necesariamente que materializa un producto especifico. El servicio tiene que ver con un gesto, una acción que se realiza por convicción de la persona que lo pone en práctica. El periodismo cabe en esta clasificación pues desde sus orígenes se basa en la responsabilidad social, el compromiso que tiene el periodista con la sociedad. No es importante lucrar de alguna manera, ni buscar fama. Lo importante es ofrecer este servicio, esta, mediación para aportar al desarrollo de la sociedad.
Un periodista debe tener esto claro, por ello se debe ejercer la profesión por vocación y no por otros intereses personales. Jammil Bustan viajó a China y nos contaba su experiencia. No es un viaje de placer. A pesar de estar en un lugar exótico y muy turístico se debe tener claro su rol asumiendo su responsabilidad como periodista.
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