Los
estadounidenses Dee Dee Bridgewater y Al Jarreau, el libanés Ibrahim Maalouf y
el brasileño Claudio Roditi son algunos de los artistas que participaron el 30
de abril en un gran concierto para celebrar en la sede de la Unesco en París el
Día Internacional del Jazz. El chino A Bu, el ruso Igor Butman, los
estadounidenses Herbie Hancock, Al Jarreau, Diane Reeves y Wayne Shorter, el
sudafricano Hugh Masekela y el francés Guillaume Perret son otros de los que participaron
en el recital, cuya dirección musical correrá a cargo de John Beasley.
Dee Dee Bridgewater y Al Jarreau, en vivo
El
concierto, además de para conmemorar el cuarto Día Internacional del Jazz, se
inscribe dentro de las celebraciones del 70 aniversario de
la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Con esta jornada, organizada en cooperación con el Instituto del JazzThelonious Monk, se pretende alentar el diálogo intercultural y el
entendimiento mediante esta música, uniendo a personas en todos los rincones del
planeta.
La historia del jazz es una
de las más originales de la música.
Sus personajes y estilos, su fuerte individualismo, la hacen atractiva y aunque
algunas tendencias exijan una alta preparación por parte de los aficionados, es
sobre todo música para escucharla con los pies.
El jazz perdurará mientras la
gente lo escuche con los pies y no con la cabeza -, dijo hace tiempo
el director de orquesta norteamericano John Philip Sousa. Y así fue durante los
años 30, con las bandas de Nueva Orleáns - Buddy Bolden - o con las de los
hombres de Austin High en los bares ilegales de Chicago. Se tocaba música para
que la gente bailara.
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