LAS MASCOTAS UN AMIGO O UN ESTORBO
por: María José Picón
Tener una mascota no sólo significa diversión. Las investigaciones han demostrado que convivir con un animalito puede brindarnos una mayor felicidad general, reducir nuestro estrés, motivarnos para hacer más ejercicio y mejorar nuestra calidad de vida. Muchas personas adoptan mascotas para tener compañía. Después de todo, los animales nos ofrecen una lealtad incondicional. El dinero no puede comprar ese sentimiento especial de llegar a casa y que el perro menee la cola al verte, o que el gato se acurruque en tu regazo y ronronee plácidamente. Estas alegrías cotidianas nos recuerdan que deberíamos tomar las cosas con más calma en nuestra vida tan ajetreada y estresante.
Convivir
con mascotas beneficia
mucho a los niños. Aprenden a respetar a los seres vivos y a la naturaleza. Los
padres pueden encontrar en una mascota un buen aliado para enseñarles principios potenciando el sentido de
responsabilidad del niño ante un ser vivo con necesidades reales.
Los niños
siempre se inclinan a tener mascotas como algo
natural en ellos. La mayoría de ellos sueñan con tener un animal de compañía.
Todos los niños quieren una mascota para compartir sus horas de juego y muchos padres
acceden a adoptar perros, gatos, roedores como hámsterso hurones, etc. después de una “pataleta” del niño, sólo por dejar
de oírle, para que luego, cuando el pequeño pierde interés, el animal se
convierte en un “estorbo” para él y para la casa. El adulto actúa deshaciéndose del animal.
Este hecho puede llegar a ser devastador para un niño si el adulto no es
consecuente con la decisión que ambos (niño y padre) tomaron al decidir adoptar una mascota.
Son emociones que se quedarán grabadas con fuego y cuando sea adulto, actuará
de la forma que aprendió con esa lección
Convivir
con una
mascota aporta a un niño elementos realmente
positivos en su desarrollo psicológico y en su personalidad.
Si el adulto enseña al niño a no molestar a su mascota mientras
come o duerme, a tratarla con delicadeza; a limpiar su jaula, o el lugar dónde
defeca, a lavar el comedero,
etcétera, el niño desarrollará el sentido de la responsabilidad y también a
respetar y comprender las necesidades de los demás. No olvidemos que si un
juguete inerte puede ser didáctico, un ser vivo aún más. Convivir con una mascota desde tierna edad puede grabar cosas en el niño, que de otra forma sería
muy complicado, pues siendo tan pequeño a veces, su comprensión de las palabras
no abarca la profundidad de ciertos conceptos. Hay que tener en cuenta, que a
partir de que tenga una mascota
suya, él sabe que ésta es un ser vivo
que depende de él. Es una gran escuela. Esto le aportará seguridad en sí mismo
y comprensión del entorno. Será una gran ayuda para relacionarse bien con otros
seres vivos y asimilará bien la comprensión de las reglas del lenguaje noverbal y sobre todo, desarrollará su capacidad de intuición.
En el caso de ser el único niño de la casa, el día que llegue un hermanito,
seguramente los posibles celos que sintiera por el hecho de no ser ya el “rey de la casa”se verán mermados por su experiencia de saber cuidar, compartir y
aceptar que él no es el centro de la atención. Contar con un miembro más en la
familia puede ser totalmente natural para él.
bibliografia:
- http://www.guiainfantil.com/blog/296/la-relacion-de-los-ninos-con-las-mascotas.html
- http://www.veterinario-vetersalud.com/informacion-beneficios-para-los-ninos-de-tener-perro-264.html
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